La magia de los osos

La medicina tradicional China se considera la medicina más antigua del mundo. Basada en esta milenaria experiencia aparecen la acupuntura, el tai chi, el chi kung y los mitos. Estas leyendas tienen cada vez más relevancia en nuestra cultura occidental y son realmente paradójicas.
Una de estas leyendas que llama más la atención últimamente es que la bilis de oso tiene propiedades extremadamente importantes como exaltar la virilidad, valentía y honradez como si se tratase de los antiguos samuráis. Aunque también tiene aplicaciones medicinales: mejorar la visión, las convulsiones y dolores estomacales como piedras en la vesícula.
Por estas razones, el comercio de la bilis es un negocio bastante rentable en las zonas de China, Vietnam y Corea del Norte. Antiguamente se obtenía cazando y matando osos en libertad pero entre la deforestación y el aumento masivo de caza en la década de los ochenta, los osos fueron desapareciendo. La principal consecuencia de la disminución en el número de esta especie era la subida del precio de la bilis que era inaccesible para la mayoría de los chinos.

     Para resolver este problema a los granjeros de las zonas    afectadas se les ocurrió extraer la bilis de osos cautivos sin  matarlos, los mantienen en jaulas apenas más grandes que ellos,  se les abre el abdomen y se introduce un catéter para extraer la bilis que pasa  a la venta en pequeños frascos o en píldoras. Hoy en día se  calcula que hay unos 8000 osos cautivos por toda China. Una  noticia muy sonada sobre esta práctica dejaba claro el maltrato  al que se exponían a estos animales ya que una madre  estranguló a su cría, para luego suicidarse golpeándose la cabeza contra una pared.

Aunque estos abusos hacia los animales salgan ahora a la luz, el conocimiento sobre los poderes de la bilis llevaron era mucho más antiguo y los científicos se preguntaron cuál era su composición, y la respuesta fue: ácido ursodesoxicólico también conocido como AUDC (PDB: IU5). Este ácido biliar también está presente en el hombre aunque en menos cantidad. Gracias a este descubrimiento se pusieron en marcha trabajos de investigación para encontrar el mecanismo de actuación de estos ácidos.

En primer lugar hay que saber que las enfermedades relacionadas son las hepáticas colestáticas que se deben a una alteración del flujo biliar, puede ser una alteración en los hepatocitos o una obstrucción crónica de los conductos biliares. El AUDC se vincula con un receptor nuclear FXR cuya parte N-terminal es capaz de fijarse a distintos genes que controlan el transporte de ácidos biliares en el intestino, en los hepatocitos y en los conductos biliares. En ausencia del AUDC o de ácidos homólogos el receptor está asociado a un co-represor manteniendo el gen inactivado y por ello se produce la acumulación en los conductos.
Otra propiedad del AUDC es que modulan la expresión de los antígenos de histocompatibilidad de clase 1 y de clase 2 en los hepatocitos, estas moléculas son las encargadas de reconocer a los agentes extraños en nuestro sistema inmunitario. En la defensa además actúan sobre los monocitos y macrófagos que en su superficie presentan proteínas G.
Es curioso saber también que recientes trabajos han demostrado que el AUDC es capaz de inhibir del apoptosis de los espermatozoides inducida por toda una serie de tóxicos o por el envejecimiento aunque todavía falta por describir con claridad su mecanismo de acción.
Asique en este caso, la ciencia ha demostrado que efectivamente este mito en la medicina tradicional es cierto y la bilis de oso tiene verdaderos efectos sobre nuestra salud. Sin embargo, la práctica que realizan para obtener este producto es innecesaria ya que el AUDC se puede sintetizar en laboratorios farmacéuticos con las mismas propiedades que si fuese extraído del oso.

Aránzazu Pagán Muñoz

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